lunes, 10 de diciembre de 2012

Tour express por Baja California



Queridos Antojistas:

Creo que me la he pasado demasiado en el Facebook en vez de escribir un entrada como es debido. También puede ser que los lugares que he visitado o no me convencen, o casi no probé nada por lo que una crítica me parece injusta. ¿Seré demasiado benevolente o tendré el corazón de pollo que me gusta darle varias oportunidades a algún lugar?


Sea lo que sea, es hora de escribir y recomendar lugares y platillos que valen la pena. Hace unos días aproveché el puente para viajar a un rincón de México que no conocía. Es la última frontera del lado del Pacífico: Tijuana, Baja California.


Aunque el tour empezó en Tijuana, el primer alimento lo probé en Puerto Nuevo, viajando hacia Ensenada. Y qué alimento! Me lo recomendaron algunas amistades y en serio que no puedo dejar de ver las fotos y en antojarme para volver muy pronto.

Ceviche para esperar la langosta


Puerto Nuevo es un pequeño poblado que se especializa en servir Langosta a la mantequilla con frijoles y arroz, y unas tortillas de harina del tamaño de un disco de 12 pulgadas. Desde la entrada del lugar dedicado a esta comida, los vendedores o empleados de los locales se pelean por el cliente. Como mexicano, uno ya está acostumbrado a esto, lo hemos vivido en la Marquesa, en Tres Marías, en Acapulco. Para un extranjero puede resulta bastante molesto o curioso. Y aquí no es la excepción. Mi acompañante y yo nos decidimos por Las Brisas y creo que fué una buena elección. La atención al cliente es amable y la comida muy rica. Nos ofrecieron 5 mitades de langosta, un ceviche y una margarita de cortesía por $20 US. Le pregunté cuanto salía en pesos porque no traía dólares y creo que dijo 240 pesos si mal no recuerdo. El ceviche llegó en un instante y estaba bueno a secas pero con hambre y una cerveza bien helada, me supo a gloria. La langosta no tardó junto con los acompañamientos: tortillas de harina delgadas y enormes, arroz, frijoles y salsa. Me hice unos tacos exquisitos. Nunca pensé que la combinación de la langosta, el arroz y los frijoles pegaría, debo decirles que es un deleite. De verdad que sueño con volver un día a ese lugar. La margarita de cortesía te la sirven en un vaso chico, no es la gran cosa.

Las Brisas, calle anzuelo no.13
Km. 44 a Ensenada, Puerto Nuevo, Baja Californiarestaurante.lasbrisasderosarito@gmail.com
01 661 614 1318

Las Brisas
La Guerrerense

En la esquina de la Primera y Alvarado, zona centro de Ensenada, se encuentra un carrito que aunque no lo parezca goza de fama mundial. Su propietaria, Sabina Bandera comenzó este negocio en 1962. Como buena guerrerense, sabe explotar al máximo los productos del mar. Lo busqué por recomendación de una amiga que no sabía la dirección exacta. Cuando lo empecé a buscar creo que estaba cerrado y casi desisto de la búsqueda pero al final lo encontré casi yendome para la región vinícola. Me recomendaron las tostadas de erizo, que para mi desilusión no me gustaron! Es raro que no me guste algo. De todas formas noté que era uno de los más pedidos. Luego probé con el de ensalada de jaiba y rematé con una almeja preparada en en su concha. Simplemente delicioso.


Tostada de guisado de erizo con salsa de mango

Tostada de ensalada de jaiba

La Guerrerense, Sabina.

Almeja en su concha preparada con pico de gallo




Nota: Antes de llegar a la Guerrerense ya había desayunado en el mercado que está en el puerto. Hay un mercado de pescado y muchos locales de mariscos. Me tomé un caldo de mariscos pero no estaba tan bueno como me lo imaginé. También una tostada de mejillones, que ahí se llaman choro.

El mercado

Tostada de mejillones, en el mercado.


 

Mercado en Ensenada




La Ruta del vino

Entrando a la tienda de San Lorenzo

Interior de la tienda



Para finalizar este tour relámpago, nos dirigimos a la región de los vinos, mejor conocido como valle de Guadalupe. No llegamos muy lejos, nos detuvimos en un viñedo pequeño que tiene la casa San Lorenzo aunque su bodega no se encuentra ahí. El lugar es una tienda de vinos enorme, bellamente decorada y ambientada. Tiene una terraza con mesas donde se puede disfrutar la cata que tiene un costo de $100 pesos o comprar una botella y consumirla con la vista a las vides y los olivos. También tienen a la venta una tabla de carnes y quesos que en ese momento dijeron que no había. Por lo mismo, salimos a ver qué más podíamos comprar y cruzando la carretera antes del primer semáforo se encontraba una quesería artesanal, que a pesar de tener un personal muy poco atento cuenta con una variedad de queso extensa y apetitosa. Compramos unos trozos de queso maduro y otro fresco y regresamos a casa San Lorenzo para consumirlo con el vino tinto que adquirimos y pan. Fue una tarde simplemente perfecta.







El Yogurt Place

Chilaquiles verdes

El único lugar donde comí en Tijuana fue en un restaurante que parece tener su fama en la zona de Playas. Se llama el Yogurt Place y sirven comida tipo naturista. Pedí unos chilaquiles que tienen cualquier cantidad de lechuga. Me parece que elegí mal, porque los platillos de las demás personas se veían más sabrosos. Tiene una vista muy peculiar en la parte trasera porque está prácticamente en la línea fronteriza y se ve la barranca y la reja que divide a los dos países.

Vista desde el Yogurt Place


El Yogurt Place
Playas de Tuijuna
Cantera #4 Playas de Tijuana
http://www.elmesero.com/yogurtplace



1 comentario:

  1. Parece que estaba bueno. Los chilaquiles era lo que más se me antojó...

    Luego vamos a comer a Tijuana, yo tengo unos amigos allá.

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